Enfermedad de Alzheimer
ASPECTOS GENERALES
¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por una pérdida neuronal progresiva y la acumulación de placas seniles y ovillos neurofibrilares en el tejido cerebral.
- El principal componente de las placas seniles es el péptido beta amiloide. A diferencia del péptido beta amiloide normal, el que se acumula en las placas presenta una estructura alterada (hoja plegada beta), lo que le confiere una marcada tendencia a agregarse y formar fibras.
- Los ovillos neurofibrilares se localizan en el interior de las neuronas y su principal componente es la proteína tau. La proteína tau normal forma parte del citoesqueleto neuronal. La proteína tau patológica presenta una fosforilación anormal y también se agrega en forma de fibras.
La distribución de estas lesiones sigue una secuencia característica que explica los síntomas observados en las diferentes etapas de la enfermedad. Así, en las fases precoces, las lesiones se concentran en los lóbulos temporales, responsables de la memoria de fijación. Según avanza la enfermedad las lesiones se extienden a áreas asociativas parietales y frontales.
¿Cuál es la frecuencia de la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia en nuestro medio, donde representa el 50-60% de todos los casos de demencia. La frecuencia de esta enfermedad está muy relacionada con la edad. La mayoría de los casos se inician después de los 65 años. No obstante, existe un subgrupo de pacientes en los que el inicio es más precoz (presenil). Se ha observado una leve preferencia por el sexo femenino.
¿Cuáles son las principales causas de la enfermedad de Alzheimer?
La mayoría de los casos de enfermedad de Alzheimer aparecen en pacientes mayores de 65 años sin una causa determinada (formas esporádicas). Aunque la etiología en estos casos es incierta, sabemos que hay una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Entre ellos podemos destacar determinadas variantes de la apolipoproteína E (apoE4), un bajo nivel educativo, los factores de riesgo vascular (p.ej. hipertensión arterial, diabetes mellitus), los traumatismos craneales y, posiblemente, algunas infecciones crónicas (p.ej. virus del grupo herpes).
Menos del 5% de los casos tienen un origen genético autosómico dominante. Los casos genéticos dependen de mutaciones en los genes de las presenilinas 1 y 2 y la proteína precursora del amiloide (APP).
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer?
El síntoma inicial suele consistir en una dificultad progresiva para recordar los hechos recientes. Con el avance de la enfermedad se afectan otras funciones superiores, incluyendo el lenguaje (afasias), la ejecución de actos motores complejos (apraxias), el reconocimiento de personas u objetos (agnosias) y la iniciativa, las capacidades de razonamiento y abstracción y otras funciones frontales o ejecutivas. También son frecuentes los síntomas neuropsiquiátricos, como ansiedad, ánimo deprimido, ideas delirantes y alucinaciones.
DIAGNOSTICO
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Alzheimer?
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en el reconocimiento del cuadro clínico característico y la exclusión de una serie de procesos que pueden producir síntomas semejantes. Para ello se requiere la realización de una valoración neurológica, unos análisis de sangre y un estudio de imagen cerebral (TAC o RM). En algunos casos resulta necesario realizar otros estudios, incluyendo análisis genéticos, análisis del líquido cefalorraquídeo, electroencefalografía o estudios funcionales (PET, SPECT). Con todos estos datos se llega a un diagnóstico de probabilidad: enfermedad de Alzheimer probable. El diagnóstico definitivo requeriría el análisis del tejido cerebral, pero en la actualidad los riesgos del procedimiento (biopsia cerebral) frente a los beneficios obtenidos hacen que no esté indicado salvo en circunstancias excepcionales.
TRATAMIENTO
¿Cuál es el tratamiento de la demencia?
En la actualidad no disponemos de un tratamiento curativo o capaz de bloquear la progresión de la enfermedad, pero sí disponemos de una serie de tratamientos sintomáticos.
- Las medidas no farmacológicas resultan esenciales. Para el control de los síntomas se debe organizar un entorno familiar y protector. Conviene disponer de calendarios y relojes de gran tamaño, de modo que el paciente pueda actualizar esta información con facilidad. Durante el día los pacientes deben realizar actividades físicas y mentales, lo que puede mejorar su capacidad funcional, así como el sueño nocturno. La realización de estas actividades puede facilitarse con la asistencia a centros de día. La dieta debe ser variada, pobre en sal, grasas y azúcares y rica en frutas y verduras. Conviene vigilar el peso periódicamente para corregir sus desviaciones por exceso o defecto. Durante la noche puede resultar útil mantener una luz tenue.
- En cuanto a los tratamientos farmacológicos, los principales medicamentos disponibles incluyen los inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezilo, rivastigmina, galantamina) y la memantina. Los primeros producen un aumento de los niveles de acetilcolina cerebral, un neurotransmisor implicado en la memoria y que se encuentra disminuido en la enfermedad de Alzheimer. Estos fármacos reducen la velocidad de deterioro de las funciones superiores de forma transitoria y pueden mejorar las alteraciones conductuales, especialmente la apatía. Están indicados en las fases leves a moderadas de la enfermedad. La memantina actúa a otro nivel, sobre los receptores de glutamato, y sus indicaciones actuales se limitan a las fases moderadas a avanzadas. Aparte de estos tratamientos específicos, con frecuencia resulta necesario utilizar tratamientos sintomáticos, tales como los fármacos antidepresivos y sedantes. La necesidad de estas medicaciones varía en las diferentes fases de la enfermedad, con lo que sus indicaciones y las dosis deben revisarse de forma periódica.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Cómo puedo acceder a los estudios de investigación en enfermedad de Alzheimer?
En la actualidad existe una intensa actividad investigadora en el terreno de la enfermedad de Alzheimer. Con toda seguridad en los próximos años veremos avances importantes, tanto a nivel del tratamiento como en relación al desarrollo de técnicas de diagnóstico precoz y medidas preventivas. A modo de ejemplo, existen varios grupos de investigación que están desarrollando vacunas dirigidas a eliminar los depósitos de péptido beta amiloide.
La información acerca de los ensayos clínicos y otros estudios de investigación puede obtenerse a través de diversas páginas web (www.clinicaltrials.goc, https://medlineplus.gov/spanish) y publicaciones científicas (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed).
AUTOR Y FECHA DE EMISIÓN
DR. ADOLFO JIMÉNEZ HUETE
19/05/2020
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