Deterioro cognitivo leve
ASPECTOS GENERALES
¿Qué significa el término deterioro cognitivo leve?
El deterioro cognitivo leve es la etapa intermedia entre el envejecimiento cognitivo normal y la demencia, caracterizado por la pérdida de memoria o de cualquier otra función cognitiva a una edad temprana. Aunque no suele alterar de forma importante la vida diaria de las personas que lo sufren, se sabe que aumenta el riesgo de demencia y de otras patologías neurodegenerativas como, por ejemplo, el Alzheimer.
¿Cuáles son las causas del deterioro cognitivo leve?
Las causas de aparición del deterioro cognitivo leve son múltiples. En algunos casos puede originarse como consecuencia de un tumor o de una enfermedad vascular cerebral, pero también puede aparecer como consecuencia del hipotirodismo, déficit de vitamina B12 o ácido fólico, consumo de sustancias tóxicas (incluidos algunos medicamentos) o por el síndrome de la apnea obstructiva del sueño.
¿Cuáles son los síntomas del deterioro cognitivo leve?
Aunque el envejecimiento suele llevar aparejado ciertas pérdidas de memoria o despistes, se considera que una persona padece deterioro cognitivo leve cuando de forma frecuente olvida citas o encuentros con amigos; pierde frecuentemente objetos personales; se desorienta en lugares conocidos; y le cuesta expresar algunas palabras o seguir instrucciones.
¿Todas las personas con deterioro cognitivo leve van a desarrollar la Enfermedad de Alzheimer?
No, pero todas las personas que padecen Alzheimer u otro tipo de demencia sí han sufrido, con anterioridad, deterioro cognitivo leve.
¿Existen factores de riesgo para desarrollar deterioro cognitivo leve?
Sí. Además de la edad avanzada existen ciertos factores que aumentan el riesgo como, por ejemplo, la hipertensión arterial, la diabetes, obesidad, el tabaquismo, tener altos niveles de colesterol, la obesidad, el sedentarismo y la inactividad mental y social. Además, estos mismos factores también aumentan el riesgo de que el deterioro cognitivo leve avance hacia una demencia.
¿Cuándo hay que consultar al médico?
Las personas con deterioro cognitivo leve o sus familiares generalmente están preocupados por si los problemas de memoria avanzan hasta desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Es importante consultar en ese momento a un neurólogo ya que puede ser un signo inicial de un problema de memoria más grave. También es importante consultar al comienzo de los síntomas ya que en algunos casos se encuentra una causa tratable que puede mejorar o revertirse con el tratamiento.
Conviene hacer un seguimiento en la evolución periódicamente. Si los síntomas avanzan, obtener un diagnóstico temprano puede ser útil para prepararse para el futuro. Aunque actualmente no hay medicamentos para detener o revertir la enfermedad de Alzheimer sí hay fármacos que pueden ayudar a retrasar algunos síntomas, y controlar, si aparecen, problemas de conducta.
¿Se puede prevenir el deterioro cognitivo leve?
La prevención se basa en incorporar un estilo de vida saludable. Cuanto antes se inicie será más eficaz. Las personas jóvenes ya deben comenzar a esta edad a cuidar la salud de su cerebro, pero nunca es tarde para hacerlo. Seguir una dieta de tipo mediterránea (www.dietamediterranea.com), realizar ejercicio, estimular la mente y la vida social son positivos. Por el contrario, el tabaco, el alcohol, la hipertensión, la diabetes, la obesidad, el colesterol, el aislamiento social y el sedentarismo son los grandes enemigos.
DIAGNOSTICO
El primer paso para diagnosticar el deterioro cognitivo leve es realizar una valoración neurológica que permita determinar, o no, la presencia del mismo. Esta valoración comienza con una entrevista personal en la que se suele también pedir la presencia de un familiar o persona cercana para conocer, de la forma más fiable posible, los síntomas, el tiempo que lleva padeciéndolos y verificar si el deterioro no está perjudicando de forma significativa la vida social y laboral del paciente.
Una vez realizada esta consulta, se hace una exploración del estado mental, la cual incluye pruebas de atención, orientación, memoria, uso del lenguaje, reconocimiento visual y de capacidad de abstracción, entre otras. Estas pruebas sirven también para saber qué tipo de memoria está más afectada y si también lo están otras funciones mentales, así como para detectar signos de otras enfermedades como Párkinson, lesiones vasculares, hidrocefalia o tumores.
Esta valoración se suele acompañar de un estudio neuropsicológico, en el que se realizan una serie de pruebas, escalas y cuestionarios para analizar la función cognitiva y los cambios de conducta, discriminando así el envejecimiento normal de uno patológico y permitiendo comprobar de forma objetiva la evolución del deterioro cognitivo en el tiempo.
Si se comprueba que la persona presenta un deterioro cognitivo leve se realiza un sangre y una resonancia magnética craneal para detectar, o excluir, otros problemas que puedan afectar a la memoria y que son tratables como, por ejemplo, un déficit de vitamina B12, ácido fólico, hipotiroidismo, lesiones vasculares en el cerebro, hematoma subdural, hidrocefalia o tumor. A estos pacientes se les realiza de forma periódica estudios neuropsicológicos para seguir la evolución del deterioro cognitivo con precisión.
Un diagnóstico temprano permite poner en marcha intervenciones centradas en retrasar la aparición de demencia y mejorar la calidad de vida de los afectados, a los cuales además les permite tomar decisiones sobre su futuro.
TRATAMIENTO
Actualmente no hay un tratamiento específico para el deterioro cognitivo leve, pero sí para las causas reversibles que lo provocan.
En concreto, algunos medicamentos pueden alterar las funciones cognitivas como pueden las benzodiacepinas (son tratamientos para las alteraciones del sueño o la ansiedad), los opioides que se utilizan para el dolor, o los antihistamínicos. Si la causa es ésta, lo más probable es que desaparezcan los efectos secundarios al retirar el fármaco, si bien nunca se deben dejar de tomar sin el control de su médico.
Iniciar cambios en el estilo de vida también pueden mejorar los síntomas de deterioro cognitivo leve, entre los que destacan:
- Controlar los factores de riesgo vascular como la hipertensión, el colesterol, la obesidad o la diabetes.
- Seguir la dieta mediterránea rica en productos frescos, verduras, legumbres y pescado, evitando el consumo de grasas de origen animal, azucares y productos procesados.
- Evitar el consumo de tabaco y el de alcohol.
- Dormir entre 7 y 8 horas al día.
- Hacer ejercicio de forma regular. Es muy recomendable caminar una hora al día.
- Pasar tiempo con familiares y amigos.
- Fortalecer la memoria realizando ejercicios que estimulen cognitivamente como, por ejemplo, leer, escribir, bailar, escuchar música, aprender a tocar un instrumento o un idioma, hacer actividades manuales, resolver crucigramas, acudir a eventos culturales o viajar,
- Someterse a actividades, individuales o colectivas, de estimulación cognitiva porque ayudan a mejorar la concentración y la memoria, así como el estado de ánimo y los niveles de ansiedad y depresión.
Por otro lado, algunos estudios han sugerido que el consumo de ciertas vitaminas, como la E o la D, y otras sustancias pueden mejorar o prevenir los síntomas del deterioro cognitivo, si bien falta evidencia científica sólida al respecto por lo que no se deben tomar sin la supervición de un médico. También falta conocimiento sobre el efecto de los ácidos grasos omega-3 en el deterioro cognitivo leve, aunque la suplementación con omega-3 es generalmente bien tolerada y pueden ayudar a la salud del cerebro.
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