El pasado 26 de octubre se celebró el día internacional del Daño Cerebral Adquirido. Una fecha llena de actividades por parte de diferentes entidades para llamar la atención y sensibilizar a la sociedad en general de la importancia de esta patología de la cual existen en España 420.000 casos y se estima que se producen 150 nuevos casos por 100.000 habitantes y año.
El Daño Cerebral Adquirido es una lesión que se produce en las estructuras cerebrales por diferentes causas como ictus, tumores, traumatismos craneoencefálicos, encefalitis etc. y que se acompaña de una gran variedad de secuelas dependiendo del grado de lesión y la zona afectada. Estas secuelas pueden ir desde pequeñas dificultades de concentración o planificación de actividades hasta una gran dependencia de terceras personas.
Las secuelas que pueden aparecer en diferentes grados son físicas, con pérdida de habilidades sensitivas o motoras; cognitivas, con trastornos del lenguaje y del pensamiento, así como alteraciones emocionales y conductuales. Todas y cada una de ellas, tienen una repercusión en las habilidades de la persona para desarrollar las actividades de la vida diaria, relacionarse con los demás, desarrollar actividades personales, profesionales y de ocio y por lo tanto afectan de manera importante en su calidad de vida.
Por ello, es fundamental una rehabilitación integral llevada a cabo por un equipo multidisciplinar coordinado en una Unidad de Rehabilitación compuesto de médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos, y logopedas. Esta intervención debe ser precoz, iniciarse en la fase hospitalaria y continuarse en la fase subaguda para conseguir la máxima capacidad funcional y social del paciente y su reintegración sociofamiliar y/o laboral, en la medida de lo posible.
El objetivo último de esta rehabilitación debe ser mejorar la calidad de vida del paciente y su familia. Por ello, los objetivos de intervención del equipo, deben ir orientados tanto a la rehabilitación especifica de los diferentes déficits físicos, cognitivos y emocionales del paciente, como a la formación, asesoramiento y acompañamiento de los familiares. En este sentido, es muy importante que estos conozcan y entiendan los diferentes déficits de su familiar, pautas de manejo motor, emocional o conductual así como un acompañamiento en la elaboración y asunción de los cambios que se producen en el seno familiar para restaurar un reequilibrio y favorecer una readaptación a la nueva situación.
En el Servicio de Neurologia contamos con una formada por un equipo multidisciplinar que garantiza que los problemas sean abordados de forma integrada, coordinada, personalizada y continua. Si quiere recibir información puede ponerse en contacto con nosotros.
[toggle_item title=”AUTOR” active=”true”]
Susana Gómez Rojo
Susana Gómez Rojo, Neuropsicólogo especialista en neurorrehabilitación y miembro del equipo de la Unidad de Neurorrehabilitación[/toggle_item]