La Unidad de Trastornos del Movimiento ofrece a los pacientes los tratamientos más punteros y la posibilidad de participar en ensayos clínicos
(Madrid. Lucila Rodríguez)
La Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Ruber Internacional, creada en 1998 y dirigida por la doctora Mónica Kurtis, ofrece a los pacientes las técnicas diagnósticas y los tratamientos más punteros, así como la posibilidad de participar en ensayos clínicos, lo que les ayuda a mejorar su patología y, por ende, su calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en cientos de millones las personas que sufren un trastorno neurológico en todo el mundo y, en concreto, calcula que sólo en Europa hasta 1,8 por cada 100 personas mayores de 65 años padece Párkinson, una enfermedad que cada año aumenta su prevalencia y que ya se comienza a considerar como una pandemia.
De hecho, el Párkinson, caracterizado por la lentitud de movimiento, temblor, alteraciones de postura y/o marcha, de la voz, escritura, así como de depresión, ansiedad, o deterioro cognitivo, es una de las enfermedades que más se atienden en la Unidad de Trastornos del Movimiento, donde cada año se realizan unas 1.000 consultas en total.
“También se atienden otro grupo de enfermedades denominadas parkinsonismos, los cuales cursan con sintomatología similar al Párkinson pero con algunas diferencias y que suelen tener un peor pronóstico, así como patologías como las distonías, mioclonías, temblores, tics, ataxias o balismo”, explica la doctora Marisa Luisa Almarcha.
Cuando un paciente acude a la Unidad en busca de ayuda, un neurólogo especialista en trastornos del movimiento le realiza una valoración completa y, posteriormente, se le informa de la sospecha, o confirmación, del diagnóstico. En algunos casos se solicitan estudios complementarios, los cuales se realizan de forma precoz para iniciar cuanto antes el plan terapéutico.
“Se diseña un plan de tratamiento a medida para el paciente dependiendo de sus características, el cual puede incluir terapia con medicación oral, infiltraciones de toxina botulínica, terapias avanzadas con bombas de infusión continua con levodopa o apomorfina y cirugía estereotáctica. También se aborda la importancia el ejercicio físico y la posibilidad de realizar rehabilitación física específica, logopedia y terapia ocupacional. El aspecto intelectual y emocional es importante en muchos afectados, por lo que se puede recomendar terapia neuropsicológica y psicológica clínica”, detalla la doctora Almarcha.
Programa de trastornos del movimiento funcional
Además, la Unidad cuenta desde el año 2016 con un programa específico y pionero a nivel nacional de trastornos de movimiento funcional, liderado por la doctora Isabel Pareés y en el que participa un grupo multidisciplinar compuesto por psicoterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, psicólogos clínicos y psiquiatras.
No obstante, existe una ‘alteración de la comunicación entre el cerebro y el cuerpo’, enviando una ‘señal anómala que genera estos de síntomas’. “Es por ello por lo que en el programa se realiza una valoración y abordaje terapéutico integrales, tal y como se realiza según las recomendaciones internacionales, con un equipo multidisciplinar compuesto por neurólogo, psiquiatra, psicólogo, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y logopedia”, argumenta la doctora Almarcha.
Asimismo, los pacientes pueden acceder a la cirugía estereotáctica con Gammaknife, de la que el Hospital Ruber Internacional es pionero. “Se inició en los años 90 y por tanto tenemos amplia experiencia en el tratamiento de pacientes con temblor discapacitante con este tipo cirugía no invasiva”, asegura la doctora.
Ensayos clínicos innovadores y prometedores
La participación en ensayos clínicos sobre nuevos métodos diagnósticos o tratamientos ayuda a mantener la formación y la excelencia científica continuada en Medicina, al tiempo que permite ofrecer a los pacientes la posibilidad de acceder a terapias que todavía no están comercializadas y que les puede ser de utilidad.
Por ello, la Unidad participa en varios estudios clínicos sobre el Párkinson y pronto va a comenzar un ensayo en el que se va a analizar una terapia génica para una mutación concreta en la enfermedad del Párkinson genético, lo que se cree que será el “futuro” del tratamiento en los próximos años.
“También estamos participando en otras áreas de investigación. Concretamente como parte de un gran proyecto europeo para el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial para el diagnóstico seguimiento de la enfermedad del Párkinson, así como en otras áreas como, por ejemplo, la validación de escalas clínicas” explica la doctora Almarcha.