¿Es saludable el consumo de café?

La Dra. Elena Riva, neuróloga adjunta al Programa de Neurología Clínica y responsable de la Unidad de Neuro-rehabilitación, escribe sobre el consumo de café.

El café y el té se encuentran entre las bebidas más consumidas en el mundo. Ambas contienen cafeína, al igual que el cacao, el mate,  los refrescos y las bebidas energéticas. Todo ello hace que la cafeína sea la sustancia psicoactiva que se consume con más frecuencia.

La cantidad de cafeína que contiene cada uno de estas bebidas es muy variable, desde los 32 mg de los refrescos, 28-47 mg de un té, 90-60 mg de un café,  hasta los 200 mg que puede llegar a tener una bebida energética.  El café es la principal fuente de consumo de cafeína en los adultos y las bebidas energéticas en la población más joven.

Por motivos genéticos, el metabolismo de la cafeína puede variar de unas personas a otras, lo que hace que sus efectos puedan durar más o menos tiempo.  El tabaco acelera su metabolismo, sin embargo el embarazo y  determinados fármacos (anticonceptivos, algunos antibióticos y antidepresivos) pueden disminuirlo, aumentando su vida media en la sangre.

¿Cuáles son los efectos que tiene la cafeína a en el organismo?

A nivel cognitivo:

Dosis moderadas de cafeína pueden disminuir la fatiga y mejorar el nivel de alerta. Sin embargo su consumo al final del día facilita el insomnio.

En varios estudios realizados en Estados Unidos y Asia, se ha relacionado con una disminución en el riesgo de padecer enfermedad de Parkinson.

Ayuda a disminuir el dolor cuando se asocia a algunos  analgésicos.

A nivel renal:

  • Tiene efecto diurético.
  • Puede aumentar la tensión arterial en pacientes hipertensos. Sin embargo, aunque tradicionalmente se pensaba que podría aumentar el riesgo cardiovascular, estudios recientes muestran que el consumo crónico y moderado de café,  se asocia a una reducción del riesgo de ictus, cardiopatía isquémica y muerte de causa vascular.

Precauciones a tener en cuenta en el consumo de cafeína

Dosis altas de cafeína (> 200 mg) pueden producir ansiedad, sobre  todo en personas más susceptibles. La suspensión brusca del consumo crónico de cafeína puede acompañarse de dolor de cabeza, sobre todo en pacientes con migraña, fatiga y alteración del ánimo, durante varios días. Para evitarlo es conveniente reducirlo de forma progresiva.

Consumir altas dosis de forma aguda, asociado generalmente a bebidas energéticas con alcohol en población joven, puede producir efectos graves a nivel cardiovascular y neurológico.

El embarazo es un periodo de especial vulnerabilidad, a los efectos secundarios de la cafeína, ya que disminuye su metabolismo y es capaz de atravesar la placenta. Se ha asociado a mayor riesgo de retraso de crecimiento intrauterino y de abortos.

Bibliografía:

Van Dam R, et al. Coffe,  Caffeine and Health. New England Journal of Medicine. 2020; 383:369-78