¿Qué es?
El hombro doloroso es una complicación que aparece frecuentemente en pacientes con hemiplejia secundaria a un ictus isquémico o hemorrágico. Suele aparecer a los 2-3 meses del ictus, aunque en ocasiones lo hace de forma precoz, en las primeras 2 semanas. El hombro doloroso interfiere con la rehabilitación ya que limita la participación en la terapia física y la realización de actividades básicas de la vida diaria, como el vestido o el aseo.
La causa probablemente es multifactorial, en la que participan lesiones de la articulación del hombro (subluxación gleno-humeral, lesiones del manguito rotador, bursitis, tendinitis) y la afectación neurológica (espasticidad, alteración de la sensibilidad).
El tratamiento debe incluir:
- Medidas posturales precoces. El mantenimiento de una postura adecuada de la extremidad superior reduce la posibilidad de subluxación y posteriores contracturas. La postura más indicada es con el brazo en abducción, rotación externa y flexión de hombro.
Una forma de mantener el brazo en una correcta posición durante la sedestación es la utilización de una mesa adaptada a la silla de ruedas en la que se apoya el brazo manteniendo el hombro en rotación externa y el codo parcialmente extendido.
- Fisioterapia con ejercicios suaves, pasivos y activos, para reducir el dolor. Se deben evitar ejercicios intensos, con poleas, porque pueden empeorar el dolor.
- Ortesis de hombro, útiles en las fases iniciales, cuando el paciente está en bipedestación, con el objetivo de reducir el efecto de la gravedad sobre la articulación gleno-humeral.
- Tratamiento con toxina botulínica, cuando el dolor es secundario a espasticidad de la musculatura del hombro.
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Dra. E. Riva
, Neuróloga, Directora de la Unidad de Neurorrehabilitaciónrehabilitación y miembro del equipo de la[/toggle_item]
Jenifer Carey
Jenifer Carey, Fisioterapeuta especialista en neurorrehabilitación y miembro del equipo de la Uniad de Neuro-Rehabilitación.