Parkinson. Pies pegados al suelo al suelo. ¿Qué podemos hacer?
Está demostrado que el ejercicio físico y la rehabilitación son necesarios y complementarios al tratamiento farmacológico en los pacientes con enfermedad de Parkinson.
Uno de los síntomas motores de esta enfermedad es la congelación o bloqueo de la marcha. Es un fenómeno que cursa con episodios breves e intermitentes de incapacidad para caminar, que los pacientes describen como “sensación de tener los pies pegados al suelo“.
Puede aparecer al inicio de la marcha, ante situaciones ambientales que exijan cambios en la velocidad, patrón o sentido del paso (ej. en los giros) o al caminar en espacios estrechos (pasillos estrechos, en el baño, al pasar a un ascensor…).
Las causas de estos bloqueos todavía no son bien comprendidas, pero lo importante es que este trastorno de la marcha constituye uno de los síntomas más comunes en la enfermedad de Parkinson, además de ser uno de los principales factores limitantes de la autonomía y la calidad de vida de estos pacientes, dado que se asocia a un mayor riego de caídas y pérdida de independencia.
Varios estudios demuestran que la fisioterapia es más eficaz en este tipo de pacientes si además de incluir las terapias convencionales (dirigidas a la mejorar la postura, la fuerza, la elasticidad…) se entrena el uso de pistas con estímulos visuales, auditivos y somato-sensitivos y estrategias de aumento de atención, como ensayar mentalmente el próximo movimiento a ejecutar, dividirlo en pasos o evitar distracciones durante la tarea (hablar y caminar por ejemplo)1.
Las pistas más utilizadas para reducir los bloqueos de la marcha son:
- Visuales: tiras pegadas en el suelo, huellas o esparadrapo para crear marcas que el paciente deba pisar al caminar o la utilización de un bastón que proyecta una luz en el suelo, seguir a otra persona… Todas ellas son útiles para señalizar el camino y guiar a la persona entre las estancias del domicilio o en los espacios donde se suelan producir los bloqueos.
Además ayudan en el entrenamiento de la marcha para conseguir normalizar la longitud del paso y una mejor cadencia.
En los siguientes vídeos se muestra como un paciente que caminaba con normalidad en el gimnasio sufre bloqueos al encontrarse con objetos en su camino. En el segundo vídeo se aprecia la notable mejoría al caminar con ayuda del bastón láser.
- Auditivas: el paciente tiene que concentrarse en seguir y sincronizar sus movimientos con la señal auditiva utilizada. Puede usarse un metrónomo que marque un ritmo constante, órdenes verbales (Ej: talón, talón… izquierda, derecha… uno, dos) que diga el mismo en voz alta u otra persona, golpes con un bastón…
Metrónomo
- Somato-sensitivas: son estímulos táctiles como un golpe en la pierna antes de dar el paso, llevar una mochila ligera en la espalda para mejorar la postura y evitar la inclinación hacia delante del cuerpo, etc.
La mayoría de estas pistas pueden utilizarse tanto para iniciar el movimiento como para mantenerlo. Los pacientes con enfermedad de Parkinson pueden llegar a conseguir una marcha adecuada en presencia de una estimulación sensorial regular.
Por ello es conveniente acudir a profesionales que trabajen en el campo de la neurorrehabilitación, ya que están familiarizados con el uso de estas pistas y estrategias y pueden ayudar al entrenamiento y elección de la más adecuada en cada paciente.
Conclusión
La rehabilitación, incluyendo el entrenamiento de la utilización de pistas o estímulos sensoriales, asociada al tratamiento farmacológico, mejora los bloqueos de la marcha en la enfermedad de Parkinson.
- H.J. KeusI et al. Clinical practice guidelines for physical therapy in patients with Parkinson’s disease. Dutch Journal of Physiotherapy. Vol 114 / Issue 3 / 2004
AUTORA:
Pilar es fisioterapeuta especializada en neuro-rehabilitación y forma parte del Equipo de Neuro-Rehabilitación del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional.